El autocargador y la cosechadora suelen estar provistos de una serie de elementos que permiten mantener un control de las labores que se están realizando en el monte.
Estos elementos son, básicamente, un sistema de
telefonía móvil, un GPS y un sistema GIS interconectados, una serie de
elementos de medida incorporados en los propios órganos de trabajo y un
conjunto de sistemas -programas informáticos y ordenadores- que permiten la
gestión de todos los elementos de la máquina, tanto mecánicos como
electrónicos.
OPTIMIZACIÓN EN EL APROVECHAMIENTO E INTEGRACIÓN EN
LA GESTIÓN FORESTAL
La cosechadora forestal con cabezal procesador dispone de
unos rodillos que mueven el fuste del árbol apeado, haciéndolo pasar a lo largo
del cabezal.
Este ajusta la separación de los rodillos al
diámetro del fuste en todos los puntos de su longitud para sujetarlo firmemente
y que no resbale al chocar las ramas con las cuchillas de desrame. Además los
rodillos dan una serie de vueltas que dependen de la longitud del fuste y del
diámetro de los propios rodillos.
Estas dos acciones son aprovechadas por el sistema
informático de la cosechadora para cubicar, cada uno de los pies apeados. La
perfección de esta acción tiene sus límites, hoy por hoy, debido al paso de los
rodillos por los muñones que queden de las ramas -medición mecánica-, aunque
será mejorada con la aplicación de sistemas ópticos o láser. De cualquier forma
la aproximación es como para ser tenida en cuenta.
Además, mediante el GPS y el GIS integrados en el
sistema, se obtiene información de la situación geográfica de los pies apeados
(y cubicados). Estos datos pueden ser enviados, mediante telefonía móvil, a
cualquier lugar (fábrica, autocargador, camión de transporte...).
Otros sistemas de control adicionales, como el
"opti 4G" de Ponsse o
el "Timberjack 3000" de Timberjack,
integrados en el sistema informático de la cosechadora, permiten determinar la
longitud de corte adecuada, teniendo en cuenta la sección del pie apeado, para
conseguir la troza adecuada considerando el producto semielaborado que se busca
en fábrica.
Tras la cosechadora viene el autocargador,
sabiendo ya dónde se encuentra la carga y pudiéndose haber planificado todas
las labores previamente. El tractorista, a estas alturas, sabe el volumen que
va a cargar, el número de pies o de trozas y la situación de las pilas y del
cargadero donde ha de dejarlas, ya que el autocargador también está dotado de
los elementos indicados: telefonía móvil, GPS, GIS y sistemas informáticos
integrados, aunque en este caso no hay elementos de cubicación, como es lógico.
Este ajusta la separación de los rodillos al diámetro del fuste en todos los puntos de su longitud para sujetarlo firmemente y que no resbale al chocar las ramas con las cuchillas de desrame. Además los rodillos dan una serie de vueltas que dependen de la longitud del fuste y del diámetro de los propios rodillos.
Estas dos acciones son aprovechadas por el sistema
informático de la cosechadora para cubicar, cada uno de los pies apeados. La
perfección de esta acción tiene sus límites, hoy por hoy, debido al paso de los
rodillos por los muñones que queden de las ramas -medición mecánica-, aunque
será mejorada con la aplicación de sistemas ópticos o láser. De cualquier forma
la aproximación es como para ser tenida en cuenta.
Además, mediante el GPS y el GIS integrados en el
sistema, se obtiene información de la situación geográfica de los pies apeados
(y cubicados). Estos datos pueden ser enviados, mediante telefonía móvil, a
cualquier lugar (fábrica, autocargador, camión de transporte...).
En el órgano de trabajo del autocargador se pueden
instalar sistemas que pesen la carga, como el "Load Optimizer" de Ponsse, que permite saber el peso de lo cargado
-interesantísimo este sistema en España, ya que se puede instalar también en la
grúa de un camión, con la posibilidad de solucionar todos esos problemas y
polémicas que surgen a la hora de transportar madera, aunque probablemente
nadie lo instale aun-.
Todos estos aspectos de demanda de la industria,
medición de las máquinas en campo y de situación de las cargas, junto a
aspectos mecánicos y operativos -consumo de combustible, estado mecánico (niveles,
temperaturas...) del motor, velocidad de operación etc-, tanto en el
autocargador como en la cosechadora, se integran y son controlados mediante el
sistema informático de control, como el "opticontrol" de Ponsse o
el "TMC" de Timberjack que,
mediante "interfaces" de usuario más o menos fáciles de usar,
permiten la configuración en la automatización de todo tipo de tareas -longitud
de troza a cortar, volumen de una pila, velocidad de avance, distancia de
avance...-, pero, sobre todo, convierten a la máquina en algo más.
Estas dos acciones son aprovechadas por el sistema
informático de la cosechadora para cubicar, cada uno de los pies apeados. La
perfección de esta acción tiene sus límites, hoy por hoy, debido al paso de los
rodillos por los muñones que queden de las ramas -medición mecánica-, aunque
será mejorada con la aplicación de sistemas ópticos o láser. De cualquier forma
la aproximación es como para ser tenida en cuenta.
Además, mediante el GPS y el GIS integrados en el
sistema, se obtiene información de la situación geográfica de los pies apeados
(y cubicados). Estos datos pueden ser enviados, mediante telefonía móvil, a
cualquier lugar (fábrica, autocargador, camión de transporte...).
Y aquí es donde procede hablar de la integración en la gestión forestal de
la mecanización. No es este, desde luego, un asunto menor en la mecanización de
los trabajos forestales. Más bien al contrario. Es un asunto fundamental,
sobre todo teniendo en cuenta la gran inversión que reclama un aprovechamiento
maderero mecanizado y aunque, en principio, la siempre presente falta de
integración monte/industria en España podría ser un freno, el hecho de que en
nuestros tiempos la información valga dinero debe tenerse en cuenta ya que,
estas "máquina-sistemas", son un insustituible e inigualable aspirador
de información.
Para hablar de esa integración
"mecanización/gestión forestal", debe tenerse en cuenta todo lo dicho
hasta aquí, es decir, para un monte determinado y con la cosechadora se tiene
que:
- Se han cortado y cubicado árboles situados
geográficamente dentro del monte. Con un GIS se puede relacionar con el
tipo de suelo o con cualquier otro tema que se tenga en la cartografía
digital.
- Se sabe el número de pies y el volumen de cada
uno, además del total que suman.
- Se sabe el diámetro del fuste para una altura
y para un volumen determinados.
- De tronzarse, se sabe el número de trozas por
pie y se puede relacionar con su volumen, el volumen del pie, altura...
- Se puede relacionar el volumen con los
diámetros a distintas alturas.
- Se puede relacionar el diámetro con la altura
del fuste...
Con el autocargador se tiene:
- El peso por troza o fuste.
- El número de trozas para un volumen
determinado.
- El volumen de caja para un volumen de madera determinado...
Con todo ello se pueden hacer infinidad de
regresiones y con ellas tablas de cubicación de alta fiabilidad y bajo coste de
creación, se puede relacionar los tipos de suelo y calidades de estación con
las producciones obtenidas, con las medidas de los fustes, el coeficiente de
apilado (m3/estéreo)...
Con información de la vegetación, por ejemplo, se
pueden realizar investigaciones que permitan determinar especies indicadoras
para calidades de estación, determinadas mediante la productividad real, se
podrían comparar producciones potenciales con reales...
En fin, como se ve, de integrar la
mecanización y la gestión forestal, se puede potenciar hasta límites
indeterminables la investigación dentro del campo de la ciencia forestal.
Para hablar de esa integración
"mecanización/gestión forestal", debe tenerse en cuenta todo lo dicho
hasta aquí, es decir, para un monte determinado y con la cosechadora se tiene
que:
- Se han cortado y cubicado árboles situados
geográficamente dentro del monte. Con un GIS se puede relacionar con el
tipo de suelo o con cualquier otro tema que se tenga en la cartografía
digital.
- Se sabe el número de pies y el volumen de cada
uno, además del total que suman.
- Se sabe el diámetro del fuste para una altura
y para un volumen determinados.
- De tronzarse, se sabe el número de trozas por
pie y se puede relacionar con su volumen, el volumen del pie, altura...
- Se puede relacionar el volumen con los
diámetros a distintas alturas.
- Se puede relacionar el diámetro con la altura
del fuste...
Con el autocargador se tiene:
- El peso por troza o fuste.
- El número de trozas para un volumen
determinado.
- El volumen de caja para un volumen de madera
determinado...
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